Redacción Delegalymas/EFE
Con una mayoría de votos el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil impugnó la candidatura del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva quien aspira a volver a la presidencia de su país pero cumple una condena de 12 años y un mes.
La impugnación de los jueces, seis de siete, impide a Lula da Silva presentarse como candidato en las elecciones de octubre próximo, ya que cumple una condena por corrupción.
Los magistrados votaron en contra de la candidatura del expresidente brasileño por considerarlo inelegible.
Los magistrados del TSE que rechazaron la candidatura de Lula, igualmente desestimaron la solicitud del Comité de Derechos Humanos de la ONU del 17 de agosto en la que pide a Brasil que se permita al expresidente presentarse a los comicios.
El único juez que votó a favor de Lula fue Luis Edson Fachin, quien alegó que la petición de Naciones Unidas se debía cumplirse y abogó para que Lula pueda ser candidato.
Lula da Silva, presidente de Brasil entre 2003 y 2010, líder del Partido de los Trabajadores (PT) niega haber cometido todas las irregularidades de las que le acusan, y considera que el juicio en su contra tiene intereses políticos, para obstaculizar sus aspiraciones electorales.
Decisión de los jueces. No es definitiva, ya que puede incoarse el recurso de apelación en las diferentes instancias hasta llegar al Tribunal Supremo. Los abogados de Lula afirmaron que apelarán, y el PT anunció que mantendrá la candidatura del expresidente.
El PT dijo a través de un comunicado que presentaran todas las apelaciones ante los tribunales para que se reconozcan los derechos de Lula establecidos en la ley y los tratados internacionales ratificados por Brasil.
Lula. Aspira a presentarse como candidato a las elecciones generales de Brasil de este año, pero es impugnado porque cumple una condena por corrupción pasiva y lavado de dinero por 12 años y un mes de prisión.
Sin embargo, a pesar de estar privado de libertad, el expresidente lidera los sondeos de candidaturas hacia las elecciones, con casi un 40% de las preferencias de votos, ante un 20% del derechista Jair Bolsonaro.