Redacción Delegalymas
La Dirección General de Persecución del Ministerio Público, la Fiscalía del Distrito Nacional y la Unidad Especial de la Fuerza de Tarea Conjunta tras desarrollar desde hace varias semanas decenas de diligencias de investigación, pusieron en marcha este miércoles la Operación Nido, que persigue a los integrantes de una organización que supuestamente estafó a unas 144 personas a las que ofertaba viviendas en proyectos inmobiliarios a través de acciones fraudulentas.
El Ministerio Público arrestó este miércoles, en coordinación con un equipo de la Policía Nacional, a Emmanuel Rivera Ledesma y a otros integrantes de la red acusada de cometer los actos delictivos mediante múltiples maniobras.
Durante el operativo, iniciado la madrugada de este miércoles, el cual aún está en proceso, se realizaron veinticinco (25) allanamientos de manera simultánea en San Cristóbal, Dajabón, Espaillat, Sánchez Ramírez y el Distrito Nacional.
Participaron en la jornada un total de 170 policías y 28 fiscales, los cuales ejecutaron las órdenes de requisas y arrestos en contra de los objetivos de la investigación, al tiempo que ocuparon evidencias vinculadas al caso.
Mediante la investigación, hasta ahora se han registrado 144 víctimas, quienes se han querellado o hecho denuncias ante el Ministerio Público. De acuerdo con las informaciones de las víctimas de los fraudes, son personas trabajadoras que con sacrificios tomaron la decisión de aportar importantes cantidades de dinero para adquirir una vivienda, la cual jamás recibieron.
Indican los afectados, que en cambio cuando solían reclamar eran amenazados e intimidados por el cabecilla de la red, Emmanuel Rivera Ledesma, quien los desafiaba a ir a la justicia, instancia en la que, según pregonaba, las víctimas saldrían sin lograr nada.
La red criminal. Utilizó los vehículos societarios Indisarq, SRL, CRD Equipos Pesados, SRL, el Grupo Wimar, SRL y Auto Xperts AFM SRL, a través de las que crearon un esquema inmobiliario fraudulento para la ejecución de estafas, falsificación, asociación de malhechores y lavado de activos en perjuicio de las víctimas a las que ofertaban viviendas a través de siete proyectos inmobiliarios.
Durante la investigación se ocuparon evidencias que demuestran que el imputado Emmanuel Rivera Ledesma utilizaba nombres de personas reconocidas para hacer creer a las víctimas que estaba protegido por personalidades a quienes realmente ni siquiera conoce. Se recabaron además evidencias de la ostentosa vida que llevaban varios miembros de la red con el dinero obtenido de las víctimas.
Según se pudo determinar, tras la investigación, el imputado Emmanuel Rivera Ledesma inició una serie de maniobras con el objetivo de que las víctimas no se querellaran en su contra o retiraran las querellas ya presentadas.
También las buscó para que le firmaran nuevos contratos e hicieran otras acciones tendentes a obstruir el proceso de investigación, lo que evidencia que el imputado y otros miembros de la red deberán ser sometido a la justicia para solicitarles medidas de coerción que les impida destruir evidencias y ser una amenaza clara para las personas estafadas.