Redacción Delegalymas/EFE
La representante de California sumó 220 votos para convertirse en la nueva presidenta de la Cámara Baja, por delante del candidato republicano, Kevin McCarthy, que recibió 192. Dos miembros no votaron, 18 emitieron su voto en favor de otras personas y 3 legisladores votaron «presente».
Pelosi, que se convirtió en 2007 en la primera mujer elegida como presidenta de la Cámara Baja, recuperó hoy el cargo. A los 78 años esta representante por San Francisco pasó a convertirse en la principal voz de la oposición y a ocupar el tercero más importante en Estados Unidos, después del presidente y del vicepresidente.
«Trump estaba acostumbrado a gobernar con un Congreso republicano, con una Cámara de Representantes y un Senado débil con él. Este no será el caso (a partir de ahora): la supervisión del Congreso al Gobierno es nuestra responsabilidad», advirtió Pelosi, de 78 años.
Los demócratas, que han recuperado el control de la Cámara Baja tras las elecciones legislativas, tendrán la oportunidad ahora de abrir investigaciones sobre el Ejecutivo a través de distintos comités de esa cámara, como el judicial.
Pelosi, que fue elegida hoy, planea enfrentar a Trump desde la Cámara Baja en diferentes frentes, desde investigar las muertes de niños inmigrantes bajo la custodia de EEUU hasta exigir las declaraciones de impuestos del mandatario.
Proteger la labor del fiscal especial Robert Mueller, encargado de la investigación de la conocida como «trama rusa» y ampliamente criticado por Trump, también será otra de las prioridades de la nueva mayoría demócrata.
Sin embargo, antes de empezar a tratar estas cuestiones, Pelosi tratará de terminar con el actual cierre parcial de la Administración, que empezó hace 13 días.
Desde el pasado 22 de diciembre, la Administración entró en su tercer cierre parcial luego de que la negociación entre republicanos y demócratas en el Congreso llegase a un punto muerto a raíz de la exigencia Trump de que el proyecto de presupuestos incluya una partida de más de 5.000 millones de dólares para el muro fronterizo.
Esta parálisis administrativa afecta agencias de diez departamentos del Ejecutivo, incluyendo Transporte y Justicia; así como a decenas de parques nacionales, que suelen ser una gran atracción turística, y unos 800.000 trabajadores federales.
Pelosi y otros líderes demócratas se reunieron ayer con Trump para presentarle una propuesta para acabar con el cierre administrativo sin los fondos que el presidente considera necesarios para la construcción del muro.
Tanto la Casa Blanca como el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, rechazaron la idea demócrata y Trump volvió a convocar para el viernes otro encuentro en la Casa Blanca con los líderes de ambos partidos.