Redacción Delegalymas
A los implicados en la red de narcotráfico internacional, sicariato, y lavado de activos, desmantelada este jueves mediante la Operación Búfalo NK se les conocerá medida de coerción este sábado a las 9:00 de la mañana en el Juzgado de Atención Permanente del Distrito Nacional.
A la organización criminal se incautó alrededor de dos toneladas de cocaína procedente desde Colombia y Venezuela. Los involucrados arrestados durante el operativo efectuado por aire mar y tierra se encuentra en la cárcel preventiva del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, desde donde asistirán a la audiencia de mañana sábado.
El Ministerio Público solicitó prisión preventiva y declaratoria de complejidad del caso en contra de Rafael Ynoa Santana (El Cojo, Pocho, El Don), señalado como el cabecilla de la red e Isidoro Rotestan Clase (El Men), identificado como uno de sus socios.
Pide también prisión preventiva para Juan Bolívar Hernández, Juan Antonio Toribio, Juan Henríquez Tavárez, Seriano Núñez Pichardo, Germania Mercedes Natalia Román, Maritza Flete Santana (Karilia) Robert Nicolás Aosta Adames y Cristian Esteban Alcántara Javier.
El operativo simultaneo fue realizado en las provincias Santo Domingo, Puerto Plata, María Trinidad Sánchez, La Romana y Samaná, por miembros del Ministerio Público y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), con el respaldo del Ministerio de Defensa, organismos de inteligencia del Estado, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) y el Comando Sur de Estados Unidos de Norteamérica.
De acuerdo con la instancia de solicitud de medida de coerción, los imputados de la red había realizado otros cargamentos de drogas desde las República de Colombia y la República Bolivariana de Venezuela, hacia Puerto Rico, Estados Unidos y Europa, utilizando como vía la República Dominicana, a través de lanchas rápidas y barcos pesqueros.
Indica la documentación, que una vez ingresaban las sustancias al territorio dominicano y a Puerto Rico, estos realizaban las logísticas de lugar para enviarlas hacia Estados Unidos y Europa, en donde su valor se triplicaba en algunas ocasiones, generando ganancias ilícitas exorbitantes para los miembros de la red.