En su afán por avanzar con su promesa de reorganizar, controlar, transformar a los Estados Unidos, en base a órdenes ejecutivas, que emite a la velocidad “de la luz”, el presidente Donald Trump ha logrado un récord histórico en la emisión de decretos en sus primeros 100 días de gobierno.
El mandatario republicano, quien volvió a la Casa Blanca el pasado 20 de enero, durante los días que lleva de este segundo mandato, ha firmado 142 órdenes ejecutivas, superando por mucho a sus predecesores en igual período, según revela el recuento del American Presidency Project, de la Universidad de California en Santa Barbara.
“Firmaré unas órdenes ejecutivas históricas. Con estas acciones, empezaremos a completar la restauración de EE. UU. y la revolución del sentido común”, dijo Trump en su discurso durante su investidura, el 20 de enero.
Su mensaje era la confirmación de que, al igual que en su primer mandato, utilizaría los decretos como la principal herramienta de gobierno, lo que hizo desde el primer día, luego de llegar al Despacho Oval, donde firmó 26 órdenes ejecutivas, entre ellas sobre inmigración, energía, el indulto a unas 1.500 personas procesadas por el asalto al Capitolio de 2021…, un claro mensaje de que su gobierno se basaría nueva vez en decretos.
Órdenes ejecutivas de Trump en sus 100 días. Van desde congelar las ayudas humanitarias internacional, hasta la prohibición de que soldados transgénero sean parte del ejército, la eliminación del medio público Voice of America, su intento de quitar el derecho a la nacionalidad estadounidense por nacimiento, esta última en proceso para ir al Tribunal Supremo, el próximo mes de mayo, entre otras que han sido bloqueadas en los tribunales.
Asimismo, sobre la reducción del Gobierno federal, uno de los principales deseos de Trump, prometido durante su campaña electoral, lo cual ha materializado con la creación del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, en inglés), supervisado por el magnate Elon Musk con el objetivo de recortar el gasto público.
Una mayoría de sus órdenes ejecutivas, son decisiones como la congelación de la contratación de funcionarios, el desmantelamiento de agencias federales, o la cancelación del 83 % de los programas de ayuda exterior, así como el desmantelamiento de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).
Otra de sus medidas fue la suspensión de todos los programas de “diversidad, equidad e inclusión” y “justicia ambiental”, así como la inmigración, de la que Trump firmó en su primer día varias órdenes ejecutivas, entre estas la declaración de “emergencia nacional” para desplegar militares, reservistas de la Guardia Nacional y otros efectivos en la frontera con México.
Igualmente, señaló a los cárteles como organizaciones terroristas, reincorporó el programa “Quédate en México” que obliga a los solicitantes de asilo a esperar la resolución de sus casos en territorio mexicano, y trató de privar de ciudadanía por nacimiento a los hijos de inmigrantes irregulares.
También, el mandatario inició una nueva cruzada denominada ‘ciudades santuario’, en la que incluye a aquellas que se niegan o limitan a colaborar con el Gobierno federal para deportar a inmigrantes indocumentados, y habilitó unas 30.000 camas en la base de Guantánamo (Cuba) para inmigrantes detenidos.
¡Los aranceles! De igual modo, Donald Trump implementó mediante orden ejecutiva, una serie de aranceles, los cuales han desatado inconformidades en una gran cantidad de países. Se ha producido una especia de “guerra comercial”.
Su primera decisión al respecto fue el 1 de febrero, cuando impuso aranceles del 25 % para los bienes de México y Canadá y del 10 % para los de China. Asimismo, el pasado 2 de abril, llamado ”Día de la Liberación”, se impuso aranceles adicionales a productos procedentes de 57 países y, una semana después de esta decisión, Trump suspendió por 90 días la entrada de vigencia dicha decisión para todos los países, con excepción de China, nación a la que elevó a 140% los gravámenes de los aranceles.
Otra de las primeras decisiones de Trump al llegar al Gobierno, fue declarar la “emergencia energética nacional”, con el objetivo de potenciar la producción de petróleo y gas en el país, incluyendo la apertura de nuevas perforaciones. Además, en marzo ordenó impulsar la producción nacional de minerales críticos y tierras raras.
En cuanto a la política de género, el presidente Trump, declaró que en Estados Unidos solo hay dos géneros, el masculino y el femenino, por lo que como parte de sus primeras medidas prohibió el tratamiento de transición de género y cirugías a menores de 19 años, suprimiendo así todos los programas gubernamentales que promueven la diversidad y la inclusión.
Firmó también, órdenes ejecutivas de prohibición a las mujeres transgénero de competir en deportes femeninos o formar parte del ejército y, en cuanto a los derechos reproductivos, ordenó cortar los fondos federales dirigidos a financiar o promover los abortos electivos.
De igual forma, Trump retiró por decreto a los EEUU de la OMS y del Acuerdo Climático de París, lo cual ya había hecho en su primer mandato; desvinculó al país de los compromisos con la OCDE, y finalizó la participación del país en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Congeló los fondos para la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA, en inglés) y firmó una orden para sancionar a la Corte Penal Internacional.
Adicionalmente al paquete de órdenes ejecutivas de su política de Gobierno, el 23 de enero firmó una orden para desclasificar los archivos relacionados con los asesinatos del expresidente John F. Kennedy (JFK), en 1963, del exfiscal general Robert F. Kennedy, en 1968, y del activista por los derechos civiles Martin Luther King Jr, igual en 1968.
Fuente: EFE