Rafael Antonio Román Rodríguez.
Abogado y catedrático de la UASD
El término Constitución cuya raíz proviene (del latín constitutio, -ōnis), es un texto codificado de carácter jurídico-político, surgido de un poder constituyente, que tiene el propósito de constituir la separación de poderes, definiendo y creando los poderes constituidos en las siguientes categorías: (legislativo, ejecutivo y judicial).
En las monarquías y los reinados estos poderes estaban conjugados en una sola persona, el monarca, el rey. Cuando se está en un sistema democrático constituido por tres poderes, se debe hacer acopio a lo indicado por Montesquieu en su obra “el espíritu de las leyes”, en la cual se establece la división de los poderes del estado y su total independencia entre ellos. Fuera de esto estaríamos frente a una monarquía disfrazada. Cuando un estado asume la división de tres poderes, en su denominación se le llama “Estado Constitucional”.
En términos más llanos, constitución es toda ley superior de un estado que haya sido votada y refrendada por sus ciudadanos.
Concepto y clasificación. La constitución, como toda norma jurídica, puede definirse tanto desde el punto de vista formal como desde el punto de vista material.
Según su reformabilidad, las constituciones se clasifican en rígidas y flexibles.
Constituciones flexibles. Se modifican mediante el procedimiento legislativo ordinario, lo que significa que una ley del congreso puede cambiarlas en cualquier momento.
Rígidas y flexibles. Las constituciones rígidas, son aquellas que requieren de un procedimiento especial y complejo para su reformabilidad; es decir, los procedimientos para la creación, reforma o adición de las leyes constitucionales, es distinto y más complejo que los procedimientos de las leyes ordinarias.
Constituciones semirrígidas, rígidas o pétreas. Son aquellas constituciones que para modificarse establecen un procedimiento más agravado que el procedimiento legislativo ordinario. Según el grado de complejidad del mismo se denominarán rígidas o semirrígidas.
En la práctica, las constituciones escritas son también constituciones rígidas; es decir, cuando en un estado encontramos que existe constitución escrita, descubrimos que esta tiene un procedimiento más complejo de reforma o adición que el procedimiento para la creación, reforma o adición de una ley ordinaria.
La constitución como norma superior del país organiza y prevé la organización del estado. Forma de elección, competencias y requisitos con los que deberán cumplir los que resulten electos para cada posición en unos de estos poderes que componen el estado.
Cada presidente, ministro, legislador, es garante de mantener la fortaleza y la institucionalidad que se requiere para hacer de ésta una institución creíble y de servicio efectivo para el usuario.
Cuando existe debilidad institucional esto equivale al no cumplimiento de los parámetros y de las normas establecidas para su funcionabilidad. La propia debilidad institucional permite que la institución sea permeada y que se corrompa el sistema. Una vez que se llega a estos niveles, la corrupción impera en todas las decisiones y procedimientos que se deban realizar.
La corrupción genera profundas desigualdades sociales y estas a su vez, llevan la desesperanza a la población más vulnerable. En la misma prevalece la falta de oportunidades, sistema de salud de baja calidad, niveles de educación muy deficiente, desempleo, aumento de las enfermedades, etcéteras.
Todo ello estimula la participación de esta población carente de estos servicios, en el delito. Afianza de igual modo, la participación de aquellos que ya forman parte de la corrupción y que a partir de ese momento la asumirán como regla de vida.
En la medida en que el flagelo de la corrupción copa todos los estamentos de la población, ello va generando un clima de total inseguridad ciudadana.
Cuando se pierden las garantías constitucionales en un país de tradición democrática, se está a un paso de que el mismo se convierta en un estado fallido, devolvamos la esperanza a este pueblo de grandes y muy valiosos hombre y mujeres, evitemos llegar al cao.