Redacción Delegalymas
Lisboa. El Tribunal Central Administrativo del Norte (TCAN) de Portugal confirmó el pasado martes, que la villa portuguesa de Barcelos, localidad al norte del país luso, no tendrá que pagar los más de 200.000 euros reclamados por los representantes de Julio Iglesias por un concierto que el cantante realizó allí en julio de 2004 y que estuvo marcado por la escasa asistencia de público.
Según la información publicada en el periódico español El País, los hechos se remontan a una actuación de Julio Iglesias con motivo de la inauguración del estadio municipal de la localidad hace ya 15 años. El contrato, firmado con la empresa Golden Concerts, con sede en Gibraltar y a cargo de la representación del cantante en Portugal, se cerró inicialmente por 325.000 euros, pero debido a la poca venta de entradas se renegoció con el pago inmediato de 50.000 euros y exclusividad para la compañía para organizar la fiesta de Año Nuevo.
Aunque pareció que el tema quedó zanjado entonces, ocho años después, en 2012, Golden Concerts acudió a los tribunales para exigir 130.000 euros y, junto a los intereses, reclamó en total cerca de 225.000 euros. En primera instancia ya se había fallado a favor del Ayuntamiento de Barcelos y ahora el Tribunal Administrativo ratifica la sentencia y confirma que la villa portuguesa ya ha saldado sus deudas con los representantes de Iglesias. Además, el TCAN recuerda que la empresa Golden Concerts es de una transparencia “muy dudosa” y que se quiso aprovechar de la “ingenuidad” municipal en la contratación de un espectáculo de tal envergadura que quedó “deslumbrado” ante la promesa de llenar el estadio municipal en su inauguración.
Los tribunales centrales portugueses anularon la sentencia del tribunal de Braga en la que condenaba a Golden Concerts a una multa de 1.000 euros por “litigio de mala fe», que se había interpuesto desde el municipio luso y que el TCAN considera que la mala fe en la acción no estaba demostrada.
Se trata del segundo caso judicial que atañe a Julio Iglesias este año después de que el pasado julio un juez de Valencia declarara a Javier Sánchez Santos hijo del cantante después de 30 años de pleito, una sentencia que tanto la Fiscalía como el propio Iglesias, a través de sus abogados, ya habían recurrido.