Presidente SCJ. En ocasión de la celebración este martes el magistrado Luis Henry Molina Peña declaró la lucha contra mora judicial. Anunció un plan transformador para elevar la eficiencia y la confianza en la justicia, y llamó a los jueces a actuar con rigor ante maniobras dilatorias injustificadas.
Redacción Delegalymas
El presidente de la Suprema Corte de Justicia, Luis Henry Molina Peña, destacó este martes durante su discurso en ocasión de la celebración del Día del Poder Judicial los principales problemas que afectan al sistema de justicia del país.
En su primer su discurso luego de asumir la presidencia de la SCJ, en la audiencia solemne efectuada a propósito del Día de Poder Judicial, el magistrado Molina Peña llamó los jueces a ser honorables y dedicados para proteger la honra y el trabajo y para garantizar la probidad que sostiene la confianza en las instituciones.
“Nuestra independencia como jueces no radica solo en la neutralidad de nuestras sentencias, se nutre de la conducta diaria, antes, durante y después de dictar sentencia”, señaló.
Henry Molina Peña pronunció el discurso de la audiencia solemne durante la celebración del Pleno de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) en presencia del presidente de la República, Danilo Medina Sánchez, así como con la asistencia de representantes del sistema judicial, la comunidad académico-jurídica, órganos constitucionales, el Poder Ejecutivo y el Congreso Nacional.
En sus palabras, Molina Peña externó un plan estratégico denominado Visión Justicia 20/24, que dijo inició con un camino de consultas observando de distintas maneras las problemáticas del sistema. “Enfrentamos retos grandes, es tiempo de hacerles frente”, indicó al describir su compromiso de asegurar un sistema de justicia con certeza jurídica que haga posible la convivencia pacífica y el desarrollo económico. “Llevar acceso digno a las distintas instalaciones, con respuesta pronta a quienes requieren servicios eficientes”.
“La protección en igualdad ante la ley demanda especial sensibilidad hacia quienes hoy son más vulnerables. En ese ámbito, la forma en que la violencia contra las mujeres se ha expresado en nuestro país constituye un dolor y una gran vergüenza que debe llamarnos a la reflexión y sobre todo a la acción”, proclamó Molina Peña.
Explicó que en cada departamento judicial habrá Centros Especiales de Entrevistas para víctimas de violencia en materia de género, conocidos como Cámara Gessel, para garantizar la privacidad y evitar la revictimización de las mujeres y que la Escuela Nacional de la Judicatura desarrollará a partir de marzo un programa nacional de entrenamiento y sensibilización al personal judicial y administrativo.
Al mencionar al juez presidente del Tribunal Supremo de Puerto Rico, doctor José Trías Monge, resaltó el criterio de que “la justicia tardía pierde el derecho a su nombre”. “No es posible que ciudadanos y ciudadanas tengan la vida suspendida, porque no sale una decisión de los tribunales. O que un derecho personal o económico sea vulnerado porque las medidas de urgencia para protegerlo estén en retardo”, declaró.
Llamó a limitar con firmeza y decisión las maniobras dilatorias injustificadas que retardan los procesos judiciales y aplicar mecanismos administrativos y hasta trabajar en horario extendido para acabar con la mora judicial. En ese sentido, informó que la Suprema Corte de Justicia tiene 18,357 casos pendientes de resolución y anunció que asumirá de inmediato los casos de mayor antigüedad, y de inmediato se encargará personalmente de los expedientes de la primera década de este siglo.
Aseguró también combatir la inequidad en la distribución de la carga judicial, lo que implicará mecanismos distintos de distribuir los casos entre los tribunales y jueces y de administrar de forma más eficiente el presupuesto del Poder Judicial. “No es razonable que, si nuestra principal tarea es impartir justicia, la totalidad de nuestros tribunales accedan solo al 68% del presupuesto, mientras que el Consejo del Poder Judicial, cuya función es de administración recibe el 32%”, declaró.
El presidente de la SCJ resaltó el trabajo de juezas y jueces y sostuvo que da fe y testimonio de la honorabilidad y la excelencia de su inmensa mayoría, destacando que hoy día 774 de los 778 jueces y juezas son de carrera.
En ese sentido, Molina Peña ha concebido un sistema de integridad para el fortalecimiento de las normas éticas y del régimen disciplinario, “Una justicia más transparente para tener más confianza en su servicio”. Con ello se persigue un mayor rigor y cumplimiento de las reglas, mayor capacidad de rendición de cuentas y evaluación de indicadores de desempeño.
Este incluye además, un plan de formación permanente de los jueces, que fortalezca el enfoque en la calidad de los fallos y la reducción de errores.
“Con humildad, pero también con la responsabilidad que supone hacerlo en nombre de la República y en representación de este grupo excepcionalmente formado y trabajador, de mujeres y hombres que integran nuestro Poder Judicial, les pido a los dominicanos y dominicanas apoyo, tiempo y fe”, proclamó el magistrado Luis Henry Molina Peña, resaltando que este proceso de transformación requiere de tiempo, continuidad y estabilidad.
En esta ocasión, en la audiencia solemne a propósito del Día del Poder Judicial se introdujeron algunos cambios, tales como la incorporación por primera vez de una barra con testigos de honor en representación de sectores en condición de vulnerabilidad.
Kenia Lora, presidenta ejecutiva del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI), participó en representación de niños y niñas; Soraya Lara Caba, presidenta del Patronato de Ayuda a las Mujeres Maltratadas (Pacam), representó a las mujeres víctimas de violencia; en tanto que en representación de las personas con discapacidades asistieron Mery Pérez de Marranzini, presidenta fundadora de la Asociación Dominicana de Rehabilitación, y Francina Hungría, que preside la fundación con el mismo nombre.
Los actos oficiales de la celebración iniciaron a las 9:00 de la mañana en la Sala Augusta de la SCJ, en donde tras la audiencia solemne se ofició una misa de acción de gracias en la catedral, la cual estuvo presidida por monseñor Francisco Ozoria Acosta, arzobispo de Santo Domingo. Igualmente fue depositada una ofrenda floral en el Altar de la Patria, donde el procurador general de la República, Jean Alain Rodríguez pronunció unas palabras,