Dr. Rafael Antonio Román R. Abogado y catedrático de la UASD
Quiero saludar el civismo y patriotismo exhibido por la población dominicana en la Plaza de la Bandera, durante el 27 de febrero y durante los 10 días que le antecedieron.
Una señal ineludible de que aún hay esperanza, de que cuando se quiere se puede, pero sobretodo, de tener la oportunidad de ver un despertar de la sociedad dominicana, expresado y manifestado en diferentes modalidades, concentraciones pacíficas, cacerolazos, expresiones populares diversas, marchas y pretendidas incidencias políticas de los partidos.
Lo más importante de todo ello, son sus protagonistas, la juventud, a la que hasta ahora, se le señalaba como personas indiferentes ante los procesos políticos y sociales.
De vivir en un mundo paralelo y con total indiferencia ante los hechos que a diario se sucedían en la sociedad dominicana.
De vivir en un mundo mágico, en una burbuja desde la que sólo demandaban y nunca ofrecían nada a cambio.
Una masa silente considerable, pero inactiva, la cual constituye alrededor del cuarenta 40% de la población, con el poder de cambiar el curso de la historia política del país.
Lo que se pudo ver en ese escenario de gran connotación patriótica, es el despertar de un grupo de miles de jóvenes que decidió retomar su rol natural, el de una juventud que decide y que dirige los procesos de cambios y transformación profunda que demanda toda sociedad.
La celebración de los últimos eventos realizados y dirigidos por juventud de los diferentes estratos sociales dominicanos, tanto los nacionales como los organizados en el extranjero, estuvieron caracterizados por el orden, el respeto, limpieza y cero enfrentamientos verbales y materiales. Han dado cátedra de civismo, de patriotismo, pero sobretodo,han dejado una señal clara, la de que los mismos, deben ser tomados en cuenta.
El trabucazo 2020, como fue denominado, restó gran atención a las memorias presentadas en el recién pasado 27 de febrero y otros actos propios de esta fecha patriótica, encabezadas por el presidente de la República, Lic. Danilo Medina. Dicho evento dividió el escenario en dos, la plaza de las banderas como cita de preferencia y a donde conducían todos los caminos, y el apoyo que desde el hogar se expresó a este trabucazo 2020.
Dicha actividad logra atraer la atención de la población dominicana, provocando que la información ofrecida por el presidente sobre sus memorias, fuera vista por la población dominicana, como: “crónicas de una muerte anunciada” y carente de total interés, frente a la realidad objetiva por la que atraviesan, falta de oportunidad, falta de institucionalidad, gran inseguridad y un aumento significativo de la brecha entre pobres y ricos, muestra ineludible de que los recursos de distracción utilizados por el Gobiernos para desviar su atención, como el pretender atribuirle los supuestos logros anunciados por el presidente en sus memorias al candidato del partido de Gobierno como suyos, esto ya no surte efecto en los dominicanos, y de que ya no podrán seguir engañándonos, por cierto: lo del “Coronavirus” entendemos su gravedad, no pretendan usarlo como una distracción, por favor, “se nos cayeron las vendas”, enhorabuena, feliz despertar.