Redacción Delegalymas
Washington. EFE.- El presidente de EE.UU., Donald Trump, se quedó un poco más solo este martes, después de que su fiscal general, William Barr, anunciara que el Departamento de Justicia no ha encontrado prueba alguna de un fraude que pueda alterar el resultado de las elecciones ganadas por el demócrata Joe Biden.
Barr había apoyado las teorías conspirativas de Trump antes de la contienda sobre el voto por correo y una vez clara la victoria de Biden ordenó en un movimiento sin precedentes a todos sus fiscales que investigasen las abundantes pero infundadas denuncias de fraude electoral.
Semanas después, tales investigaciones no arrojaron resultados y Barr abandonó este martes el barco de Trump al afirmar en una entrevista con la agencia AP que sus fiscales no han podido probar el supuesto fraude que el presidente mantiene que hubo contra él, convirtiéndose en la deserción de más alto perfil hasta la fecha.
UNA INVESTIGACIÓN SIN RESULTADOS “Hasta la fecha, no hemos visto un fraude de tal magnitud que pudiera haber afectado un resultado diferente en las elecciones”, señaló el fiscal general, citado por medios estadounidenses.
Esto después de que el pasado 9 de noviembre, seis días después de las elecciones, Barr instruyese a todos los fiscales del Departamento de Justicia a investigar supuestas irregularidades antes de que los resultados fuesen definitivos.
Con ese movimiento, el fiscal general rompió con una norma de no interferencia federal en investigaciones de fraude electoral, que son competencia de los estados ya que son ellos los que se encargan de la organización de los comicios. Barr alertó en ese momento del peligro de “que una mala conducta electoral no pueda rectificarse de manera realista”,