Redacción Delegalymas
Nueva York. EFE.- La inmigrante congoleña Therese Patricia Okoumou, que subió a la Estatua de la Libertad en protesta por la política del Gobierno de EE.UU. de separar familias en la frontera con México, fue sentenciada este martes en Nueva York a libertad condicional y trabajo comunitario, por lo que no entrará a prisión.
Okoumou fue arrestada en julio de 2018 tras pasar cuatro horas en el pedestal de la estatua y fue acusada de entrar ilegalmente a un lugar federal, tener una conducta desordenada e interferir con las funciones de una agencia gubernamental, cada uno con una pena máxima de seis meses de cárcel.
La mujer, de 45 años y que se había declarado inocente de los cargos, asistió hoy a la audiencia en una corte federal en Manhattan.
Pero, previo a entrar a la sala de la jueza Gabriel Gorenstein se cubrió la boca con cinta adhesiva en protesta por la violación a su derecho de expresión, señala la cadena ABC7.
Agrega que antes de dictarle sentencia, la magistrada le pidió que se removiera la cinta adhesiva, lo que ella hizo, tras lo cual escuchó su condena: cinco años de libertad condicional y 200 horas de trabajo comunitario.
La inmigrante fue hallada culpable en diciembre en un proceso que se extendió por un día. “No necesito probatoria, no debo estar en prisión. No soy una criminal», dijo a la jueza.
La Fiscalía había pedido que la congoleña fuera sentenciada a 30 días en prisión y tres años de libertad condicional. La audiencia contó con la presencia del fiscal federal para el distrito sur de Manhattan, Geoffrey Berman.
La jueza visitó a principio de este mes la Estatua de la Libertad porque quería ver la escena donde ocurrieron los hechos y poder constatar mejor los riesgos que causó con su conducta Okoumou, que emigró de su país en 1994.
El incidente en la Estatua de la Libertad el 4 de julio del 2018 provocó que la isla tuviera que ser desalojada así como la interrupción de las visitas a ese destino turístico.
Ese día la inmigrante estaba con un grupo de cuarenta manifestantes de la organización Rise and Resist, que desplegaron una pancarta en la base del monumento para pedir la «abolición» del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), en protesta por la política de «tolerancia cero» del presidente Donald Trump