Este marte el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, atacó el fallo emitido el pasado viernes por un juez federal de Texas, sobre frenar la comercialización de una píldora que se presume es usada en más de la mitad de todos los abortos practicados en el país.
“Lo que hizo el juez estuvo completamente fuera de lugar”, afirmó el mandatario estadounidense al ser cuestionado por periodistas, antes de abordar el avión presidencial Air Force One hacia Irlanda del Norte y a la República de Irlanda.
Respecto a la decisión del magistrado Matthew Kacsmar, ya la Casa Blanca la había criticado, y destacó que el jurista fue nombrado por el expresidente Donald Trump (2017-2021), y que la misma pone en peligro la vida de las personas gestantes en Estados Unidos.
De igual manera, la Casa Blanca cree que dicho fallo restringe la habilidad de la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, en inglés), que es el regulador médico de EE.UU., para aprobar el uso de medicamentos.
Indica asimismo, que el Departamento de Justicia interpuso ayer lunes un recurso contra el fallo del juez de Texas ante la Corte de Apelaciones del Quinto Distrito, con sede en Nueva Orleans (Luisiana), una de las más conservadoras del país.
Señala del mismo modo, que está previsto que el fallo del juez de Texas entre en vigor el próximo viernes, lo que supondrá un nuevo golpe al movimiento por los derechos reproductivos, casi un año después de que el Tribunal Supremo de EE.UU. acabara con la protección constitucional del aborto.
Y, con el fin del precedente judicial “Roe contra Wade”, de 1973, cada estado empezó a proclamar diferentes leyes para prohibir o restringir el derecho al aborto, añade.
Considera que el movimiento contrario al aborto no se ha quedado ahí y ahora ha emprendido una nueva batalla para prohibir la terminación del embarazo con medicamentos.
Explica, que en aquellos estados donde el procedimiento se había prohibido, algunas mujeres estaban recurriendo a píldoras porque son fácilmente accesibles, ya que se pueden recibir por correo postal.
El fallo del juez de Texas, se refiere específicamente contra un medicamento llamado mifepristona, cuya comercialización fue aprobada por la FDA en 2000, precisa.
Sin embargo, la FDA considera que “ese medicamento es totalmente seguro, pero los activistas antiaborto alegan que presenta riesgos. Nunca antes un juez había anulado las decisiones médicas de la FDA, cuyos criterios para aprobar medicamentos son un referente en todo el mundo”.
Por ello, la decisión del juez Kacsmar ha generado gran preocupación, debido a las consecuencias que podría tener en la aprobación de otros medicamentos, y, respecto a la misma, alrededor de 200 directivos de las farmacéuticas más importantes de EE.UU. publicaron ayer lunes una carta en la que piden que el fallo del juez de Texas sea anulado.
Fuente: EFE