Redacción Delegalymas
En un voluminoso expediente por corrupción y lavado de activos, de unas 3,500 páginas, el Ministerio Público presentó este viernes ante el Tercer Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional.
La acusación del Caso Operación Pulpo, cuenta con un amplio expediente probatorio sobre las múltiples conductas criminales de las que supuestamente se valió Juan Alexis Medina Sánchez, para crear un entramado de corrupción que estafó al Estado con miles de millones de pesos de los contribuyentes, bajo el escudo protector y el apoyo de la Presidencia de la República que encabezó su hermano, Danilo Medina Sánchez.
Figuran como acusados en el extenso expedientes: Carmen Magalys Medina Sánchez, quien también aprovechó sus lazos familiares y su posición de vicepresidenta del Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas (Fonper) para delinquir dentro del entramado de corrupción del que fungió como gerente operativo su hermano Juan Alexis Medina Sánchez.
También están acusados: Fernando Rosa, quien dirigió el Fonper; Wacal Vernavel Méndez Pineda y José Dolores Santana Carmona.
Asimismo, Francisco Pagán Rodríguez, director general de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (Oisoe), y Aquiles Alejandro Christopher, fiscalizador de esa unidad estatal.
Incluye además a Julián Suriel Suazo, Lorenzo Wilfredo (Freddy) Hidalgo Núñez, quien era ministro de Salud Pública; el ex contralor general Rafael Antonio Germosén y a Domingo Antonio Santiago.
El Ministerio Público, encabezado por la magistrada Miriam Germán Brito presenta cargos, además, contra las personas jurídicas General Supply Corporation S.R.L., Domedical Supply S.R.L., Fuel América Inc. Dominicana S.R.L., y Globus Electrical S.R.L.
La Procuraduría de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca), que dirige la investigación de la Operación Pulpo junto a la Dirección General de Persecución del Ministerio Público, resalta en el expediente que “la corrupción va más allá de la distracción de fondos públicos a través de prácticas irregulares que apartan los recursos colectivos de su fin legítimo”.
La presentación del expediente la hizo un equipo de fiscales de la Pepca ante el tribunal que preside la jueza Yanibet Rivas.
“La corrupción carcome a la sociedad, deteriora el Estado de derecho, destruye la confianza en la Administración Pública y crea un entorno favorable para que se multiplique la desigualdad social y se incrementen el crimen organizado y la inseguridad ciudadana, además de reducir la calidad de vida de las personas y su bienestar general”, dice el expediente.
Indica que la investigación demuestra el ilícito crecimiento económico de la organización criminal de la que actuaba como gerente operativo el acusado Juan Alexis Medina Sánchez, quien sin ser empresario, ni emprendedor exitoso, “que, de hecho, había llevado a la quiebra los pocos emprendimientos que había iniciado”, logró un alto ascenso económico “por acciones y omisiones del principal ejecutivo de la nación, Danilo Medina Sánchez”, quien gobernó al país entre 2012 y 2020.
El expediente señala que el entramado de corrupción de los hermanos Medina Sánchez llegó a materializar maniobras fraudulentas utilizando falsas calidades, documentos adulterados, medicamentos de altos costos sobrevaluados, conduces falsos, medicamentos pagados y no entregados, equipos sobrevaluados, equipos de una calidad inferior a la contratada y pagada por el Estado.
Resalta, incluso, que llegó a pagar a través de deuda pública equipos no entregados amparados en la intervención del entonces ministro de Hacienda, Donald Guerrero, y otros funcionarios.
El expediente aporta pruebas de cómo el entramado societario vinculado a Juan Alexis Medina Sánchez se benefició de una relación ventajosa con el Estado, a la vez que destinaba fondos millonarios a través del movimiento “Tornado Fuerzas Vivas” para diversos candidatos políticos del entonces oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD), incluyendo campañas de Danilo Medina Sánchez y Gonzalo Castillo Terrero.
Describe igualmente, cómo Juan Alexis Medina Sánchez, el gerente operativo del entramado de corrupción, pasó de convertirse de “un pequeño negociante, con mala reputación y algunos procesos judiciales por emisión de cheques sin provisión de fondos”, en un próspero suplidor de múltiples dependencias estatales y llegó a tener socios como el excandidato a la Presidencia de Guatemala Manuel Baldizón, procesado en Estados Unidos por lavado de activos.