Nelly Ramírez
Desde que se empezaron a conocer los resultados de las elecciones celebradas en los Estados Unidos el 3 de noviembre del año pasado-2020- cuyo escrutinio a pesar de que se perfilaba hacia el exvicepresidente Joe Biden, significó gran intranquilidad, primero por los tres largos días que duró el conteo, y segundo, porque desde el primer momento Donald Trump se daba como ganador, ignorando los números, lo que desorientaba a esa nación integrada por 50 estados.
Hay que recordar que aunque las elecciones empezaron el martes 3 de noviembre, no fue hasta el fin de semana cuando realmente se dio oficialmente como ganador de la contienda a Joe Biden.
A partir de ahí, y desde entonces, el presidente Donald Trump no ha parado de hacer demandas impugnando los resultados en los distintos estados, todas sin ningún resultado positivo a su favor por no tener pruebas justificables, así como igual denunciando en constantes mensajes difundidos a través de su cuenta de Twitter, la cual a propósito, le fue bloqueada este miércoles durante doce horas, tras los actos de violencia escenificadas en el Capitolio.
Entre los estados que el presidente Trump, quien deberá abandonar la Casa Blanca el próximo 20 de este mes de enero 2021, están: Pensilvania, Michigan, Arizona, entre otras.
A Donald Trump, que solo le restan 13 días de gobierno -hasta el 20 de este mes de enero- concluye su período gubernamental, y ocupa la Casa Blanca un nuevo inquino, el que por cierto no será un extraño allí, ya que fue el vicepresidente durante el período de Gobierno de Barack Obama de 2009-2017.
No obstante, este miércoles 6, a 14 día de dejar la presidencia de los Estados Unidos, el presidente Donald Trump fue objeto de las más ha aguerridas críticas, incluso de su gente más cercanas a su gabinete, como fue el caso de su vicepresidente Mike Pence, tras el irrumpimiento de un grupo de impetuosos al Capitolio, durante la sesión de los congresistas para la certificación de la presidencia de Joe Biden, quien tomará posesión a la presidencia de los Estados Unidos a partir del 20 de este mes.
Estos actos violentos que dieron como resultado la muerte de cuatro personas, y la franca violación a la democracia de esa nación, ha motivado a legisladores, abogados, inmigrantes, periodistas, ciudadanos estadounidense a estar de acuerdo en que se aplique la Vigésimoquinta Enmienda a la Constitución, para destituir al presidente Donald Tump del cargo, ya que este fue la mente promotora de los actos vandálicos que violaron la solemnidad del Congreso estadounidense, y que por lo tal, una persona capaz de inducir acciones de tal magnitud, no está apta para seguir siendo presidente.
Se pide abiertamente aplicar la Enmienda 25 a Trump a pesar de que ya solo le quedan 13 días, pero los estadounidenses temen que éste pueda inducir a la población a cosas peores en los días que le quedan, antes de irse de la Casa Blanca.
¿Puede aplicarse la Vigésimoquinta Enmienda a Trump? Aquí lo que dice ese documento
Hay que destacar, que la Vigesimoquinta Enmienda o Enmienda XXV a la Constitución de los Estados Unidos tiene que ver con la sucesión del presidente y del vicepresidente de los Estados Unidos. El procedimiento a seguir en casos de que dichos cargos estén vacantes, ya sea por incapacidad o inhabilidad para asumir las obligaciones de lugar.
La Enmienda 25 reemplaza un texto ambigüo contenido en el artículo II, sección I de la cláusula número 6 de la Constitución de los Estados Unidos, el cual no establece claramente ni expresamente, si el vicepresidente se convierte en el presidente, o si actúa como presidente en funciones en caso de que el presidente muera, renuncie, que sea cesado de su cargo, o si es considerado incapaz por alguna razón de cumplir con las obligaciones del mismo.
La Vigésimoquinta Enmienda fue ratificada en 1967 y, en el caso de la especie, Donald Trump, por ser catalogado como como un incitador de acciones de barbaries, antidemocráticas, fomentar al racismo, se entiende que debe ser destituido del cargo, ya que se ha comportado como un incapaz para continuar con un proceso de transición civilizado, función que se entiende debe ser continuada por el vicepresidente Mike Pence.
Entonces, la Enmienda 25 a la Carta Magna de los Estados Unidos establece en su sección 1, que, en caso de que el presidente sea depuesto de su cargo, o en caso de su muerte o renuncia, el vicepresidente se convertirá en presidente, y esto es a lo que apelan los estadounidenses, al calificar de incapaz a Donald Trump tanto por los hechos ocurrido el miércoles en el Capitolio, como por todo lo que ha venido este suscitando desde el pasado 3 de noviembre tras la elecciones.
Dice asimismo el texto en su sección 2, que, cuando el puesto de vicepresidente estuviera vacante, el presidente podrá nombrar a un vicepresidente, que tomará posesión de su cargo al ser confirmado por el voto mayoritario de ambas Cámaras del Congreso.
De igual modo, en su sección 3, la Vigésimoquinta Enmienda establece que, cuando el presidente transmitiera al presidente pro tempore del Senado y al presidente de la Cámara de Representantes su declaración escrita de que está imposibilitado para desempeñar los poderes y obligaciones de su cargo, y mientras no transmitiere a ellos una declaración escrita en sentido contrario, tales poderes y obligaciones serán desempeñados por el vicepresidente como presidente en funciones.
En tanto, en su sección 4, refiere la Enmienda 25 que, cuando el vicepresidente y la mayoría de los principales funcionarios de los departamentos ejecutivos o de cualquier otro cuerpo que el Congreso autorizara por ley, trasmitieran al presidente pro tempore del Senado y al presidente de la Cámara de Representantes su declaración escrita de que el presidente está imposibilitado para ejercer los poderes y obligaciones de su cargo, el vicepresidente inmediatamente asumirá los poderes y obligaciones del cargo como presidente en funciones.
En el caso de la especie -Donald Trump- correspondería al vicepresidente actual de los Estados Unidos, Mike Pence, transmitir a las autoridades mencionadas la incapacidad de éste, que es lo que se está proponiendo, tras los últimos hechos ocurridos en dicha nación.
Continúa la sección 4 de la Enmienda 25, que, cuando el presidente transmitiera al presidente pro tempore del Senado y al presidente de la Cámara de Representantes su declaración escrita de que no existe tal imposibilidad, este asumirá de nuevo los poderes y obligaciones de su cargo, a menos que el vicepresidente y la mayoría de los funcionarios principales de los departamentos ejecutivos o de cualquier otro cuerpo que el Congreso haya autorizado por ley transmitieran, en el término de cuatro días, al presidente pro tempore del Senado y al presidente de la Cámara de Representantes su declaración escrita de que el presidente sí está imposibilitado para ejercer los derechos y deberes de su cargo.
En ese caso precisa, que entonces el Congreso decidirá qué solución debe adoptar, para lo cual se reunirá en el término de cuarenta y ocho horas, si no estuviera en sesión. Si el Congreso, en el término de veintiún días de recibida la ulterior declaración escrita o, de no estar en sesión, dentro de los veintiún días de haber sido convocado a reunirse, determinará por voto de las dos terceras partes de ambas Cámaras que el presidente está imposibilitado para ejercer los poderes y obligaciones de su cargo, y el vicepresidente continuará desempeñando el cargo como presidente en funciones; de lo contrario, el presidente asumirá de nuevo los derechos y deberes de su cargo.
Es decir, que si se decide aplicar la Vigésimoquinta Enmienda al presidente Donald Trump, y de comprobarse que los hechos en los que ha incurrido lo inhabilitan para continuar en el cargo, se procedería y se daría una clara señal de que la democracia de ese país está por encima de las emociones de un presidente. Sin embargo, algunos alegan que debido al procedimiento exigido en el documento, el tiempo no es favorable para su aplicción.