Redacción Delegalymas
Sao Paulo. EFE.- Un juez del Tribunal Supremo de Brasil autorizó este miércoles al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva a salir temporalmente de prisión para reunirse con su familia y velar a su hermano mayor, quien murió la víspera, pero el habeas corpus fue concedido minutos antes de que fuera sepultado en el cementerio.
La defensa de Lula había solicitado la puesta en libertad del exmandatario la tarde del martes, pero tanto una jueza de primera instancia como un tribunal de segunda instancia negaron el pedido después de que la Policía Federal argumentara problemas logísticos para su traslado y para garantizarle la seguridad en medio del entierro en la localidad de Sao Bernardo do Campo.
El presidente del Supremo, el juez José Antonio Dias Toffoli, concedió un habeas corpus para que, siguiendo la ley, se pueda asegurar el «derecho de Lula de encontrarse exclusivamente con sus familiares, en la fecha de hoy, en la Unidad Militar de la Región, inclusive con la posibilidad de que el cuerpo sea llevado a la referida unidad militar a criterio de la familia».
No obstante, la decisión fue proferida precisamente en el momento en el que Genival Inácio da Silva, conocido como Vavá, era sepultado en el cementerio de Sao Bernardo do Campo, localidad donde vivía Lula antes de ser arrestado el pasado abril.
La asesoría de Lula dijo a Efe que todavía no se sabe si Lula dejará la prisión, pero precisó que el habeas corpus salió casi al mismo tiempo en el que su hermano fue enterrado y que mañana están permitidas las visitas de familiares a la cárcel.
Vavá, quien según el Partido de los Trabajadores (PT) era una «figura paterna» para Lula, tenía 79 años y luchaba contra un tipo raro de cáncer que afectó sus vasos sanguíneos.
Los abogados solicitaron la víspera que Lula dejara la prisión para poder asistir al velorio de su hermano y al funeral y subrayaron que, según la ley, es «un derecho del ciudadano en situación de encarcelamiento salir temporalmente del establecimiento en el que se encuentra en la hipótesis de fallecimiento del hermano, como es el caso».
No obstante, la magistrada encargada del caso, Carolina Lebbos, desestimó la petición, después de que la Policía Federal argumentara razones logísticas para impedir el traslado, una decisión que fue duramente criticada por el PT.
Lula (2003-2010) se encuentra preso desde abril del año pasado en la sede de la Policía Federal de Curitiba, después de haber sido condenado a 12 años de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero en el marco de la operación Lava Jato.
En su sentencia, un tribunal de segunda instancia dio por probado que Lula recibió un apartamento de tres plantas en una playa de Sao Paulo a cambio de favores concedidos a la constructora OAS, un hecho que el expresidente niega tajantemente.
El PT ve inaceptable que se le negara a Lula acudir al funeral de su hermano
El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil tachó este miércoles de «inaceptable» la decisión de la Justicia de negarle una salida temporal de la cárcel al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva para acudir al funeral de su hermano mayor, que luego fue autorizada por el Tribunal Supremo.
Desde las inmediaciones del cementerio de Sao Bernardo do Campo, municipio en la región metropolitana de Sao Paulo, los dirigentes del PT que acudieron al lugar para dar el pésame a la familia pidieron la «gentileza» del ministro de Justicia, Sergio Moro, y de la Policía Federal para «garantizar la seguridad necesaria» para que el expresidente pueda acudir al entierro de su hermano.
Genival Inácio da Silva, conocido como Vavá, tenía 79 años, luchaba contra un tipo de raro de cáncer que afectó sus vasos sanguíneos y falleció el pasado martes.
Lula, uno de los fundadores del PT y el presidente más carismático en la historia de Brasil, está preso desde abril del año pasado en una celda de la Policía Federal en la ciudad de Curitiba para cumplir una condena de doce años de prisión por corrupción.
Minutos después, un juez del Tribunal Supremo autorizó este miércoles al expresidente Lula a salir temporalmente de prisión para despedirse de su fallecido hermano.
La defensa de Lula había solicitado la puesta en libertad del exmandatario, pero la justicia negó la noche del martes el pedido después de que la Policía Federal argumentara problemas logísticos para su traslado.
Los abogados recordaron que la ley establece que es «un derecho del ciudadano en situación de encarcelamiento salir temporalmente del establecimiento en el que se encuentra en la hipótesis de fallecimiento del hermano, como es el caso».
Pero la Justicia había negado la autorización luego de que la Policía Federal indicara que no tenía condiciones de trasladarlo hasta Sao Bernardo do Campo y garantizarle su seguridad en medio de la multitud de seguidores que intentaría acompañarlo en el cementerio.
Ante el argumento de los tribunales de que ante la «concreta imposibilidad logística» para autorizarle a ir al funeral se impone la «preservación de la seguridad pública y de la integridad física del propio preso», la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, apuntó que la justificativa «no tiene consistencia» y reclamó una explicación de Moro.
En su condición de ministro de Justicia, Moro comanda la Policía Federal. El ministro, sin embargo, fue el mismo juez que condenó a Lula en uno de los diferentes procesos por corrupción que instruyó contra el exmandatario.
«Lula es un preso político. Los procesos de Lula no cumplen lo que dice la legislación penal. No sé hasta donde va a llegar esto pero no puede continuar», añadió la senadora y presidente del considerado mayor partido de izquierda de América Latina.
Los familiares de Lula recordaron que durante la dictadura militar (1964-1985) el entonces dirigente sindical fue autorizado a abandonar la prisión en la que estaba para acudir al funeral de su madre, y que ese derecho se le niega ahora en plena democracia.
Asimismo, el exministro Luiz Marinho explicó que «para quien conociese la relación de Lula con Vavá sabe que esta es la mayor crueldad y violencia que se puede cometer contra él y su familia. Lula hoy no es un preso cumpliendo condena, hoy es un secuestrado».
En este sentido, aclaró que los argumentos de la Justicia son «inaceptables» y que, en lo que a seguridad se refiere, «si Lula hubiese querido huir lo habría hecho antes de estar preso».
Además, aseguró que la política del Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, que, en su opinión, promueve la violencia y la negación de derechos, es un «tipo de dictadura» y convierte a Lula en «prisionero de una lógica perversa».
La magistrada encargada del caso, Carolina Lebbos, determinó que la decisión de liberar a Lula debería ser tomada por el superintendente de la Policía Federal en el estado de Paraná, Luciano Flores de Lima, quien finalmente afirmó que no sería posible «autorizar o hacer viable» la comparecencia del expresidente, preso desde abril, al entierro de su hermano por cuestiones de logística.
Lebbos acató la decisión de carácter administrativo del director y finalmente negó el pedido del expresidente (2003-2010).
Sin embargo, el vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourao, afirmó el martes, cuando aún ejercía como presidente interino debido a que Bolsonaro estaba hospitalizado, que autorizar la asistencia de Lula al entierro de su hermano es «una cuestión humanitaria» ya que «perder a un hermano siempre es un asunto triste
Lula desiste de salir de prisión para ver a familia por muerte de su hermano
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado desde el año pasado por una condena por corrupción, rechazó la autorización que recibió este miércoles de la Justicia para salir de la cárcel y encontrarse con su familia tras el entierro del cuerpo de su hermano mayor.
Lula, al que le fue negada la autorización para acudir al funeral de su hermano muerto la víspera pero sí se le permitió encontrarse con su familia en un cuartel militar en Sao Paulo, prefirió permanecer en su celda en la sede de la Policía Federal en la ciudad de Curitiba, a donde mañana pretende recibir sus familiares, dijeron este miércoles dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT).
«Lula no tiene motivos para encontrarse a escondidas con su familia como si eso fuese un favor de la Fiscalía y de la Justicia», afirmó el diputado Paulo Pimenta, un importante dirigente de la formación izquierdista, citado en el twitter del PT.
Según Pimenta, Lula consideró que la decisión de la Justicia de impedirle despedirse de su hermano mayor en el cementerio de la ciudad de Sao Bernardo do Campo y de autorizarle una reunión con familiares en un cuartel militar forma parte de la persecución política de la que se dice víctima.
De acuerdo con el parlamentario, el expresidente asegura que tal decisión partió del ministro de Justicia, el exjuez Sergio Moro, que fue precisamente el magistrado que condenó a Lula a prisión en primera instancia en uno de los procesos por corrupción que instruyó contra el exjefe de Estado.
Lula «no va a viajar a Sao Bernardo do Campo porque no pretende someterse al circo montado por Sergio Moro», agregó Pimenta.
De acuerdo con voceros del PT, Lula quería acudir al entierro de su hermano pero la Justicia tan sólo le autorizó una reunión familiar cuando el cuerpo de Genival Inácio da Silva, conocido como Vavá, ya había sido sepultado.
«Es lamentable que la decisión sólo haya salido a esa hora. Y no era para ver el cuerpo de Vavá sino para hablar con la familia. Lula con mucha dignidad agradeció pero no viajará. No tiene sentido», agregó el exministro Gilberto Carvalho, que fue un importante colaborador de Lula en sus gobiernos (2003-2010).
Según los voceros del PT, Lula aprovechará que el jueves tiene derecho a visitas en la cárcel para reunirse con sus familiares.
«Mañana será día de visita y la familia estará con el presidente. Pero lo que Lula quería y nosotros queríamos era que viese a su hermano por última vez», dijo la presidenta del PT, la senadora Gleisi Hoffmann.
La presidenta de la formación fundada y liderada por Lula agregó que el expresidente considera que «no lo dejaron despedirse de Vavá por pura maldad».
La autorización para que Lula abandonase temporalmente prisión y se reuniese con su familia fue concedida por el presidente de la Corte Suprema, magistrado José Antonio Dias Toffoli, luego de que tanto la jueza de ejecuciones penales como un tribunal de segunda instancia negaran el permiso para el expresidente acudir al entierro.
La petición hecha por los abogados fue negada después de que la Policía Federal argumentara problemas logísticos para su traslado y para garantizarle la seguridad en medio del entierro en la localidad de Sao Bernardo do Campo.
Vavá, quien según el PT era una «figura paterna» para Lula, tenía 79 años y luchaba contra un tipo raro de cáncer que afectó sus vasos sanguíneos.