EFE
Washington.–
El Tribunal Supremo de Estados Unidos evitó pronunciarse este lunes sobre un caso de una pastelería que rechazó preparar un tarta de bodas a una pareja gay, similar al de otro pastelero que recibió su respaldo el año pasado, y decidió enviar el asunto a un tribunal de apelaciones en Oregón.
El Supremo fue consultado sobre una demanda interpuesta contra Sweetcakes by Melissa, una empresa ubicada en las cercanías de Portland, que fue multada con 135.000 dólares después de que se negara a preparar en 2013 un pastel de bodas para Rachel y Laurel Bowman-Cryer, informaron hoy medios locales.
A raíz de la decisión, la pastelería, propiedad de Melissa y Aaron Klein y quienes se aludieron a sus creencias religiosas para negarse a preparar el pastel, debieron cerrar sus puertas.
La Corte Suprema determinó este lunes que el caso debe volver al Tribunal de Apelaciones de Oregón para que dirima el asunto.
Algunos medios, entre ellos el diario The New York Times, consideraron que la decisión del alto tribunal deja aún sin resolver la pregunta sobre si los negocios como floristerías, estudios fotográficos o tatuadores pueden discriminar a las parejas del mismo sexo por motivos de sus creencias religiosas.
En junio del año pasado, el Supremo dictaminó a favor de un pastelero que se negó a servir a una pareja homosexual que le había encargado su tarta de bodas alegando motivos religiosos.
En su fallo, al que se opusieron dos de los nueve jueces y fue redactado por el juez Anthony Kennedy, el alto tribunal concluyó que para el confitero cristiano «elaborar una tarta de bodas para una pareja del mismo sexo sería el equivalente a participar en una celebración contraria a sus creencias más profundas».
La sentencia respondió al caso de Charlie Craig y David Mullins, que en julio de 2012 acudieron a una pequeña pastelería llamada Masterpiece Cakeshop en Lakewood (Colorado) para encargar su pastel nupcial y su propietario, Jack Phillips, rechazó el encargo.
Las versiones periodísticas indican que este nuevo caso habría dado la oportunidad al Supremo de ampliar su decisión sobre el caso de Phillps, quien consideraron fue discriminado por los reguladores estatales.
También en junio del año pasado, el Supremo decidió revertir un fallo de una corte menor contra una florista que se negó a prestar servicios a una pareja por ser homosexuales.
La posición de la sala eliminó la sentencia sobre el proceso en un tribunal menor del estado de Washington y ordenó que se reconsiderara el caso, en el que el comerciante alegó que tenía derecho a no ofrecerles sus servicios y consideró que su oficio implicaba una creación artística, amparándose en la libertad de expresión.