Por primera vez, este jueves, la Justicia colombiana reconoció a una perra –Simona- como miembro de una familia, al tomar en cuenta el concepto´familia multiespecie`.
En la sentencia el Tribunal Superior de Bogotá aseguró que, “con la finalidad de proteger la familia multiespecie”. Simona, que forma parte del núcleo familiar, fue tomada en cuenta por el juzgado, tanto en lo que tiene que ver con su bienestar, como por “el de los demás miembros del grupo en que vive».
Sentencia gananciosa. El caso empezó luego de que un hombre pusiera una demanda contra su expareja tras su separación en 2021 porque no le dejaba ver a Simona, a quien consideraba su “hija perruna».
El hombre interpuso la demanda, confiado en que un juzgado de familia pudiera regular las horas de visita con su perra, así como pasa con un hijo cuando se da una separación, y también alegaba que la propia perra estaba “afectada emocionalmente” por la separación.
Sin embargo, el juzgado de familia aseguró que no era competente en el caso por tratarse de un animal y que debía ser un juzgado civil quien se encargara.
En esta decisión, el Tribunal Superior de Bogotá trató de dilucidar el conflicto de intereses y establecer el “concepto de familia multiespecie”, alegando que “los animales pueden ocupar un lugar como integrantes de familias humanas, situación susceptible de protección como realidad social».
“Los animales dejaron de ser estrictamente considerados cosas, pero no perdieron su estatus de propiedad dentro del ordenamiento jurídico. Ahora son también identificados como seres sintientes”, estimó este juzgado.
Consideró en ese sentido, que “la protección de la familia multiespecie debe primar”, por lo que le da al juzgado de familia la competencia para tomar una decisión sobre el caso, ya que el demandante considera a Simona como su “hija».
“Al ser un aspecto que hace parte de la interrelación social, no hay otro juez competente para conocerlo que el de la familia”, expresa la sentencia emitida por el Tribunal Superior.
Fuente: EFE