Redacción Delegalymas
El Segundo Tribunal Colegiado presidido por la jueza Josefina Ubiera Guerrero, impuso condena de 30 años de prisión a Luis Eduardo Terrero Gómez hallado culpable del asesinado de su pareja sentimental, la ciudadana puerorriqueña Angeliris Marrero García.
La imposición de la pena máxima al confeso homicida, se produjo luego de que la Procuraduría Fiscal de Santo Domingo Este y Norte demostrara con pruebas fehacientes su culpabilidad en el hecho.
Según el expediente condenatorio, instrumentado por la fiscal investigadora Geivis Tapia, el hecho ocurrió el 31 de diciembre del año 2023, en la vivienda ubicada en la calle Primera, número K9, del sector Respaldo Villa Carmen, municipio Santo Domingo Este, donde Terrero Gómez le quitó la vida a la boricua de varias puñaladas.
Detalla el documento, que el hoy condenado, en horas de la madrugada, se presentó a la sede principal de la Policía Nacional, en la fecha antes indicada y confesó el hecho de sangre que había cometido, pero antes de haberse presentado en esa institución, llamó a los familiares de la víctima por medio de videollamada y les mostró el cuerpo sin vida de la occisa, tratando de justificar el hecho cometido.
En ese sentido, el Instituto Nacional de Ciencia Forenses (INACIF), en su informe de autopsia judicial No. SDO-A-0001-2023, determinó que la víctima murió a causa de herida corto-penetrante en el abdomen.
Durante el juicio, el Ministerio Público, representado por el fiscal litigante Juan Alberto Liranzo, se demostró ante el tribunal que Montero violó los artículos 295 y 304 del Código Penal Dominicano, sobre homicidio voluntario, previstos y sancionados en los artículos 295, 296, 297, 298 y 302 del Código Penal Dominicano y los artículos 43 letra B, 66 y 67 de la Ley 631-16, para el Control y Regulación de Armas, Municiones y Materiales Relacionados.
Respecto a la sentencia emitida por el tribunal a Terrero Gómez, los familiares de la hoy occisa presentes en el juicio mostraron satisfacción, a pesar de que la pena «no nos devolverá a Angeliris, pero se hizo justicia, estamos satisfecho con la juticia dominicana».
El condenado, por disposición de los jueces, deberá cumplir la sentencia en el Centro de Corrección y Rehabilitación de San Pedro de Macorís.