Redacción Delegalymas
La Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente de Santo Domingo Este, impuso tres meses de prisión preventiva como medida de coerción a Brayan Gircel Lantigua Suazo, de 22 años de edad, quien según las investigaciones presentadas por el Ministerio Público se dedicaba a alquilar vehículos, para luego falsificar los documentos de los propietarios y suplantar sus identidades para venderlos.
De acuerdo con el expediente preliminar, de esta manera el joven logró estafar a unas tres personas en los municipios Santo Domingo Este y Norte.
La medida cautelar a Lantigua Suazo, fue impuesta por el juez Bernardo Coplín, del citado tribunal, tras ponderar las evidencias aportadas por el Ministerio Público. El imputado deberá cumplir la medida en la Penitenciaría Nacional de La Victoria.
El MP asegura contar con suficientes pruebas para demostrar en juicio de fondo la responsabilidad penal del imputado por violentar varios artículos del Código Penal Dominicano.
La fiscal investigadora Francia Moreno ha establecido en el proceso que Brayan Gircel Lantigua Suazo se dedicaba a rentar vehículos, aprovechando que dichos propietarios les entregaban copias de sus cédulas, a las que les suplantaba la identidad con una foto de él y a las copias de las matrículas que les entregaban, le hacía copias a color, dándole apariencia de que eran documentos originales.
La investigación del MP procedió luego de que una de las víctimas denunciara que le alquiló un vehículo marca Honda al presunto estafador, el 14 de junio de 2021, el cual luego vendió sin su consentimiento.
A este hecho se sumaron otras denuncias, como es el caso de una nacional haitiana, a quien el procesado atrajo con un anuncio sobre la venta de un vehículo marca Nissan en unos US$5 mil dólares, el pasado 22 de marzo. Según cuenta en el expediente, la víctima lo llamó para negociar el vehículo, entregó al imputado la suma de US$3 mil y quedó restando la suma de US$2 mil
Pero, cuando la víctima se disponía a entregar el dinero pendiente al vendedor en su residencia en Los Frailes II, llegó el verdadero propietario de dicho vehículo y le dijo que había sido rentado por el imputado, lo que originó una discusión y la comunidad empezó agredirlo, viéndose obligado a llamar a la policía.