El adefesio en que se ha convertido el Congreso Nacional, donde una gran parte de los ciudadanos sigue sufragando por un axial de legisladores ajenos a la problemática social que hoy, si revisamos el desempeño de éstos, no hay una iniciativa, una, que vaya cónsona con las necesidades prioritarias de las mayorías, siendo un ejemplo fehaciente el fiasco de la Seguridad Social, todo un monumento contra el común de los dominicanos, no obstante, las cáfilas del PLD llevar años en las butacas del elefante congresual.
Es insólito, el silencio, las acciones de las mayorías ante tantas desvergüenzas paridas del órgano que debería legislar por la salud, bienestar y tranquilidad social de los ciudadanos, empero, éstos ofidios, los congresistas todos, legislan para su beneficio..
La Ley 87-01 de Seguridad Social, todo un fiasco, una burla al ciudadano, que sufre el sistema de salud más perverso en toda América, incluso Haití, en tanto, hoy día, seguimos con parsimonia el desempeño de toda esta caterva inserta en el Congreso Nacional, conformado por un conglomerado harto cuestionado.
Un órgano que en lugar de legislar por el bienestar de las mayorías, las discusiones se basan en las exoneraciones que deben otorgárseles a este cuevario, que succiona miles de millones de pesos en su favor, sin que la población perciba una sola iniciativa en su favor… Una nación, sin dudas, conformada por ciudadanos que no reaccionan, que ven como esta misma nos estruja sus bonanzas gracias a los fondos públicos, en tanto, más de ocho millones siguen sobreviviendo en la indigencia que estos mismos alcahuetes nos han llevado.
Cómo es posible que intermediarios de la Seguridad Social, las AFPs, ARS se lleven más del 32 por ciento de los fondos de los cotizantes sin estos hacer nada, nada, con la complicidad del Estado la vejez de millones de ignaros, empero, ningún legislador del Congreso sale en defensa de los ciudadanos..
Cientos de miles de millones en los bancos nacionales, en las AFPS, ARS siguen engrosando las cuentas de estos, mientras nuestros hombres y mujeres mueren por falta de atención, de recursos. Solo un país de zombies sigue viviendo de espalda a sus derechos…
Reynaldo Hernández Rosa