Redacción Delegalymas
Con el objetivo de reducir la desnutrición aguda en niños, niñas, embarazadas, y madres lactantes, el Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (INAIPI) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) firmaron un acuerdo para trabajar de manera conjunta.
La iniciativa del proyecto surge en el marco del Plan Nacional para la Reducción de la Desnutrición Aguda que procura alcanzar al menos 20,000 niños menores de cinco años, 700 embarazadas y madres lactantes, los cuales serán tratados por el personal del INAIPI a través de visitas domiciliarias y en los centros de atención integral a la primera infancia.
Con este acuerdo, se indicó durante un encuentro este lunes, el INAIPI se suma a los esfuerzos que vienen realizando el Servicio Nacional de Salud (SNS) y el Ministerio de Salud Pública (MSP) en la identificación temprana y tratamiento de niños, niñas, embarazadas y madres lactantes con desnutrición aguda o en riesgo de desnutrición a través de los centros de primer nivel de salud y de la comunidad.
Se informó además, que el objetivo de este convenio con INAIPI es identificar a niños y niñas entre 6 meses y cinco años, así como a embarazadas y a madres lactantes con desnutrición aguda, o en riesgo inminente de desnutrición, dentro de los servicios del de la institución, a fin de tratarlos con alimentos terapéuticos listos para consumir, y a la vez dar consejería nutricional a las familias.
Añadieron durante la firma del acuerdo, que dentro de las acciones a desarrollar está fortalecer la articulación del INAIPI con los servicios de salud en cada uno de los territorios donde se esté implementando el programa.
También, vincularse con el programa de PROSOLI (Progresando con Solidaridad) que apoya el Programa Mundial de Alimentos (PMA), a fin de que una vez el niño se haya recuperado de la desnutrición aguda, reciba el alimento Progresina y el suplemento Chispitas Solidarias que se distribuyen a través de PROSOLI-PMA.
El acto de firma estuvo presidido por Besaida Manola Santana de Báez, directora ejecutiva del INAIPI y la doctora Rosa Elcarte, representante de UNICEF.
Durante la firma se informó igualmente, que los agentes y animadores del INAIPI que participarán de esta iniciativa realizarán un diagnóstico inicial de los beneficiarios utilizando la medida de una cinta conocida que mide la circunferencia del brazo medio superior (MUAC), lo cual permitirá establecer el tipo de desnutrición aguda del niño o la niña, si es severa, moderada, o si tiene riesgo inminente de desnutrición.
“La detección y el manejo de los casos de desnutrición aguda en la visita domiciliaria y Centros CAIPI se realizará en base al protocolo simplificado del MSP para actuar en el ámbito local. Asimismo, se aprovechará la coordinación con los centros de salud para el rastreo y el tratamiento de los casos de desnutrición aguda que requieran hospitalización por la existencia de alguna complicación”, indicó Santana de Báez.
Agradeció al organismo internacional por esta valiosa iniciativa. “Este acuerdo no pudo llegar en mejor momento, ahora que estamos reabriendo los servicios de manera gradual, escalonada y segura, contamos con el respaldo de UNICEF para apoyar el desarrollo oportuno y mitigar los efectos negativos que ha tenido esta pandemia sobre la primera infancia.”
“UNICEF contribuirá con la formación, los materiales e insumos a necesitar, al igual que con los alimentos terapéuticos listos para consumir, y a su vez con el acompañamiento para tratar la desnutrición aguda y ayudar a la prevención de la misma.
De su lado, la doctora Elcarte, reveló que “los resultados de estudios internacionales, y ahora también locales, están mostrando que uno de los impactos del coronavirus en las sociedades, es que las familias vulnerables están teniendo dificultades para alimentar a sus miembros, y que los niños pequeños y las embarazadas son los más vulnerables frente a esta situación”.
Explicó, que en encuestas realizadas en 18 municipios del país, con una población encuestada de 5,900, se reveló que el 30% de las familias, ha reducido el número de comidas por día y el 43% ha disminuido las porciones de alimento servido, al tiempo que un 78% de la población participante afirma que la alimentación es una de sus mayores preocupaciones.
“Todas las encuestas realizadas por agencias de la ONU en el ámbito de la alimentación nos indican claramente que la desnutrición aguda está aumentando en el país”, aseveró Elcarte, advirtiendo sobre los efectos negativos e irreversibles que tienen las carencias de nutrientes en el desarrollo cerebral de los niños en su primera infancia, por lo que requiere atención inmediata.